El fútbol como herramienta estratégica para cambiar la cultura interna

por José Guerra
Lectura de 7 min.


Generar 
una cultura interna que motive a los colaboradores y los alinee con los objetivos de la organización es uno de los grandes desafíos de los VPs y directores de Recursos Humanos.

Las actividades para fortalecer la camaradería y mejorar el clima laboral son uno de los medios más usados para lograr este fin, los paseos son caros y afectan la productividad (por eso se hacen una vez al año). Además, no siempre hay presupuesto para cenas de equipo.

Y no solo eso: Un estudio de Citrix muestra que 31% de los colaboradores odian las actividades para fortalecer equipos, porque las consideran incómodas e invasivas. Una verdadera pena, porque según la Harvard Business School un equipo conectado es un equipo motivado: uno de los tres objetivos de las personas en el trabajo es tener relaciones gratificantes con sus colegas.

Por eso es tan importante que los colaboradores puedan hablar de temas no relacionados con el trabajo en la oficina. Según un estudio del Human Dynamics Laboratory del MIT, el mejor predictor del éxito de un equipo es cuán bien se comunican sus integrantes en situaciones informales.

Esto no significa que los miembros sean mejores amigos fuera del trabajo, sino que, para tener una fuerza laboral entusiasta, la empresa (y por empresa quiero decir Recursos Humanos) debe cubrir este frente.

La pregunta es, ¿cómo crear situaciones que fomenten las conversaciones informales entre los trabajadores?

La respuesta: con fútbol.

Este año hay fútbol de sobra para generar estas instancias dentro de la empresa.

Veamos: la Copa Libertadores empezó en febrero, la eliminatoria al mundial de 2018 en Rusia se reanuda a fines de marzo y la Copa América Centenario se toma todo junio.

Estamos hablando de prácticamente seis meses de fútbol de alta intensidad.

¿Qué quiere decir esto? Que algunos partidos se van a topar con el horario laboral. De hecho, yo estoy pensando cómo ver la mayor cantidad de partidos posible en directo.

Mis opciones más realistas son llevar mi tablet a la oficina (no me gusta almorzar tarde). Los más fanáticos de la oficina hablan de protestar frente al edificio si no tienen fútbol (medida que no comparto).

Por eso, pienso que es mejor ir con el fútbol que luchar contra él. No estoy solo en esto. En Uruguay una encuesta entre expertos de RRHH previa al mundial de Brasil concluyó que la productividad de las empresas se vería afectada, por lo que recomendaron dejar al personal ver los partidos y así mantenerlo motivado.

Muchas empresas también promueven concursos y torneos internos para generar una sana competencia y reforzar la camaradería.

El fútbol es por excelencia una fuerza adrenalínica y unificadora. ¿Entonces, por qué no usarlo en beneficio de la empresa? ¿Por qué no aprovechar la energía que genera para fortalecer el vínculo de los colaboradores con sus colegas y la organización?

En pocas palabras...

La camaradería nace en situaciones que nos permiten hablar de cosas no relacionadas con el trabajo. Las personas se conectan mejor cuando comparten en torno a intereses comunes, ¿y a quién no le gusta el fútbol?

Por ello, los gerentes y directivos de Recursos Humanos tienen, durante estos meses, una gran oportunidad de pensar fuera de la caja y hacer algo distinto para mejorar la cultura interna. Nada se pierde con probar.

 

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José Guerra
Escrito por José Guerra

Chief Sales & Marketing Officer, GOintegro

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