Descubre cómo tener éxito en el onboarding de colaboradores remotos

El trabajo remoto, o teletrabajo, ya es una realidad consolidada en organizaciones de distintos sectores y tamaños, que han identificado en ese modelo una forma de mejorar su productividad, reducir costos, potenciar el engagement y tener acceso a los mejores talentos, indistintamente del lugar dónde estén. Según un estudio publicado por Buffer, 91% de las empresas siempre tuvieron la intención de apoyar el trabajo remoto, lo que demuestra que ya no se trata de algo que está “de moda”.

El teletrabajo, por tanto, ya no se restringe a las startups o a los negocios disruptivos; las compañías tradicionales finalmente están a bordo y, poco a poco, empiezan a incorporar esa modalidad más flexible que, pese a todos sus beneficios, requiere creatividad y una postura open-minded especialmente en lo que se refiere a las prácticas de gestión de personas.

Para los profesionales de Recursos Humanos, los principales desafíos con el trabajo remoto incluyen inquietudes acerca de la cultura organizacional, comunicación, engagement, desarrollo, gestión de desempeño y feedback, entre otros. 

Todo eso debe ser considerado al momento de incorporar el trabajo remoto, ya que no se trata de simplemente implementar lo que ya existe para los colaboradores de oficina; tampoco es necesario partir desde cero, sino que pensar en nuevas formas de abordar cada uno de esos temas, considerando la perspectiva del trabajador remoto, sus necesidades y expectativas. De la misma forma, es determinante que la empresa tenga claridad acerca de lo que quiere lograr y de qué forma pretende integrar esa modalidad de trabajo más flexible a su actual modelo de negocio.

Onboarding y su impacto en el Employee Experience

Sabemos que el Employee Experience es una jornada que se inicia antes de la  contratación del colaborador, ya que todo el proceso de selección denota características de la cultura e identidad de una organización que resuenan en el candidato. Sin embargo, el “momento mágico” en la experiencia de un nuevo colaborador se da justamente en su proceso de onboarding. Luego, desde Recursos Humanos tenemos un rol muy importante, de manera de asegurar que el trabajador remoto, aunque no esté físicamente presente en el día a día, se sienta parte del equipo y totalmente apoyado por la organización.

Un proceso exitoso de onboarding debe ayudar a un colaborador remoto en los siguientes aspectos:

• Establecer vínculos con sus compañeros de trabajo, pares y líderes.

• Conocer la cultura, hábitos y el estilo de gestión de la empresa.

• Saber cuáles serán sus responsabilidades y qué es lo que su líder espera de su trabajo. 

Conocer los canales de comunicación, además de los beneficios y todo lo que la empresa le ofrece en materia de capacitación, desarrollo, bienestar.

Asegúrate de que el colaborador se sienta bienvenido y se conecte con la cultura organizacional

El típico primer día de trabajo en una oficina incluye el tradicional “tour”, en que el nuevo colaborador conoce las instalaciones, se entera de algunas reglas básicas, como el uso del comedor o de las máquinas de café, y - lo más importante - es introducido a sus compañeros. 

Si es posible que el colaborador remoto esté físicamente en la oficina en sus primeros días, muy bien. Si no, la capacidad creativa que comentamos inicialmente debe ser utilizada, para que, a su manera, la bienvenida sea calurosa. No te preocupes, pues ¡para eso está la tecnología!. La primera iniciativa imprescindible es realizar una presentación del equipo a través de una videoconferencia, para que todos se conozcan y empiecen a establecer vínculos. Otro ejemplo: al publicar en tu red social interna el nombre del nuevo ingreso, los demás colaboradores podrán enviarle mensajes; si esa red cuenta con un directorio de perfiles, saber quienes son y qué hacen los que le han saludado será una tarea muy sencilla para el colaborador remoto.  

Si la empresa cuenta con una buena plataforma digital, el colaborador tendrá acceso también a toda la información relevante de la organización, acercándose más a su cultura, valores, misión. Además, al acompañar las publicaciones de sus compañeros e interactuar con esos contenidos, el colaborador va absorbiendo otros aspectos importantes que conforman la identidad de la compañía y que se revelan en el día a día.

Asegúrate que el colaborador disponga de la información y herramientas necesarias para desempeñar bien su trabajo

Al trabajar en el mismo ambiente en que están su líder y compañeros, el colaborador puede captar mensajes que muchas veces no son verbalizados, pero que le ayudan a entender cómo funcionan las cosas en la organización y qué es lo que se espera de él. Si el trabajo se realiza a distancia, es vital que el líder sepa comunicar, de manera clara y sistematizada, cuáles son las actividades que estarán a cargo del colaborador, cómo se espera que sean realizadas, qué resultados debe alcanzar y bajo qué parámetros será evaluado su desempeño.

Además de recibir su computadora, celular y obtener todas las credenciales de acceso a los sistemas, el trabajador remoto debe recibir ayuda e instrucciones para crear su rutina de trabajo, algo que seguramente requiere disciplina y bastante foco. Por ello, deben ser establecidos milestones, objetivos y plazos. No se trata de hacer microgestión, sino de imprimir un ritmo que le permita al colaborador remoto desempeñar bien sus actividades y sumar valor al trabajo realizado por todo el equipo. 

Invierte tiempo en un buen proceso de onboarding para trabajadores remotos

Al asegurar que las expectativas estén alineadas, que haya claridad acerca del funcionamiento de la organización y apertura para la comunicación, los nuevos empleados remotos pueden sentirse seguros de su capacidad para cumplir con las responsabilidades que les fueran asignadas.

Por lo tanto, invertir tiempo en el diseño e implementación de un programa de onboarding específico para trabajadores remotos, seguramente será decisivo para que ese modelo de trabajo flexible genere los resultados esperados.