4 actitudes decisivas para el liderazgo de hoy

por Catalina Mora
Lectura de 6 min.


El rol del liderazgo en las organizaciones es aún más importante en estos tiempos de incertidumbre y disrupción. Con el repentino cambio a un nuevo mundo donde el trabajo remoto se tornó masivo de la noche a la mañana, muchos líderes se han visto obligados a desarrollar nuevas habilidades para poder actuar de manera efectiva en un escenario completamente distinto que, lejos de ser transitorio como se podría imaginar en un primer momento, representa el inicio de una nueva era para colaboradores y organizaciones.

Liderar equipos de alta performance, que comparten un mismo propósito y una visión común, nunca fue una tarea fácil. Sin embargo, la cercanía física y la convivencia diaria en la oficina de alguna forma favorecían las relaciones interpersonales, fortaleciendo los vínculos y creando un ambiente más propicio a la camaradería entre los compañeros y a la confianza mutua.

Los “cafecitos” a media mañana o en la tarde, las conversaciones relajadas en el almuerzo, las reuniones de equipo cara a cara, la posibilidad de ir a la mesa de un colaborador y aclarar una duda. Cosas que eran parte del cotidiano hace 4 o 5 meses, y ahora nos dan la sensación de pertenecer a un pasado muy lejano que, posiblemente, no se volverá a repetir, por lo menos no de la misma forma que antes.

En la actualidad, es determinante que los líderes encuentren alternativas distintas para reemplazar estos espacios de convivencia presencial por otras instancias de diálogo e interacción con sus equipos, utilizando de la mejor forma todas las herramientas digitales para que se mantengan conectados con sus colaboradores y sean capaces de potenciar una cultura colaborativa en sus organizaciones.

Un liderazgo efectivo en estos tiempos debe hacerse en torno a 4 actitudes vitales hacia los equipos: sensibilizar, comunicar, validar y gestionar.

Sensibilizar significa, en primer lugar, tener claridad sobre sus propias emociones y sentimientos, para luego conectar con los colaboradores y poder contenerlos emocionalmente, brindándoles el soporte necesario para que sean capaces de equilibrar las demandas laborales y familiares. Un líder que sabe sensibilizar a su equipo valora el bienestar de las personas, celebra las pequeñas y grandes conquistas, promueve la colaboración y despliega los valores organizacionales en su día a día.

La habilidad de comunicar gana una nueva dimensión y una importancia crucial para que los equipos funcionen y el liderazgo sea efectivo. Objetividad, alineación de expectativas, saber transmitir mensajes claros y tener una excelente capacidad de escucha son algunos de los atributos necesarios en tiempos de trabajo remoto y reuniones virtuales. Por lo tanto, establecer una dinámica de comunicación eficiente es el punto de partida para orientar los equipos, definir plazos y responsables, acompañar los avances de las tareas, identificar oportunidades de mejora y dar feedback de forma consistente.

Validar es otra actitud que debe ser potenciada por el liderazgo. Se trata de definir acuerdos y establecer objetivos para los equipos, asegurándose de brindarles las mejores condiciones para que puedan desempeñar sus actividades y desarrollar su máximo potencial. Se trata también de reforzar el accountability, pautado en la autonomía y en la confianza, de manera que cada uno entienda de qué forma su trabajo impacta positivamente la organización y se sienta responsable por el éxito de sus atribuciones y proyectos.

Por último, pero no menos importante, está la capacidad de gestionar, que podemos entender como el resultado tangible de las tres actitudes anteriores. El líder que verdaderamente sabe gestionar sus equipos se conecta de manera genuina con cada uno de sus colaboradores, comunica un propósito común, promueve la colaboración y reconoce aquellas actitudes que marcan la diferencia, impulsando el compromiso de todos.

Cómo bien lo dijo Henry Kissinger, ex-Secretario de Estado de EEUU en los años 70, “la tarea del líder es llevar a la gente desde donde están hasta donde no han estado”. Esta cita se revela aún más significativa en estos momentos, que requieren del liderazgo la capacidad de evaluar y dar sentido a un panorama ambiguo y cambiante, para poder tomar decisiones de negocio estratégicas y, a la vez, estar atentos a las necesidades de las personas, ofreciéndoles el soporte adecuado para que puedan enfrentar esta contingencia de la mejor manera.

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Catalina Mora
Escrito por Catalina Mora

Country Manager, GOintegro Colombia

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